Te he visto llorar donde nadie llora más, donde el amor sale mal, donde los besos se van, donde la vida da igual, donde nada es de verdad, donde no existe la paz
Podemos observar en la república de los perros que todo el estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hueso grande viene a caer en poder de algún perro principal, el cual lo reparte con unos pocos, estableciendo una oligarquía, o lo conserva para sí, estableciendo una tiranía