En las raras ocasiones en que los esfuerzos que vengo realizando en denfensa de los animales salvajes han llegado a fatigarme, me ha bastado pensar que la Naturaleza pertenece a los niños para reanudar mi batalla encaminada a la conservación de la fauna.
Los nórdicos nunca viajan de noche. Tampoco suelen navegar de noche, sino que prefieren atracar su barco al atardecer y esperar hasta el alba antes de reanudar el trayecto.
Los mismos músicos y artistas de todo tipo -no sólo en música- se dedican a investigar un poco qué ha pasado; y retomar un camino de esos. Porque nadie realmente está inventando algo de cero.
El teatro épico le opone a la obra de arte dramática total el nuevo concepto de laboratorio dramático, al retomar de manera nueva la más vieja tarea del teatro: exponer lo presente. Y, en el centro de sus experimentos, figura el ser humano en nuestra crisis.
¿Ves? Cuando le das a reiniciar ya vuelve a funcionar ¿Te gustaría que pudieses hacer lo mismo con la suegra?
Ahora estás en la historia, con todos nosotros, y debes seguir en ella, quieras o no. Si quieres encontrar a tu pueblo, si quieres volver a ser una unicornio, debes proseguir el cuento de hadas hasta el castillo del rey Haggard, o hacia cualquier otro lugar que decida. La historia no puede terminar sin la princesa.
Repetir, repetir, repetir. La acción en el teatro está hecha para ser repetida, no para alcanzar un objetivo y proseguir más allá. Repetir significa resistir, oponer resistencia al espíritu del tiempo, a sus promesas y amenazas. Sólo después de haber sido repetida y fijada, una partitura puede comenzar a vivir.
¿Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a 10000 millas de casa y arrojar bombas y tirar balas a gente de piel oscura mientras los negros de Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más simples? No voy a ir a 10000 millas de aquí y dar la cara para ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos
Todos los hombres son diferentes. Y deben hacer lo posible por continuar siéndolo.
Y de nuevo volvió a sentir que la vida volvía a tener suficiente fuerza para arrastrarla y hacerle reemprender sus tareas, de la misma manera que el marinero ve, no sin cierto tedio, cómo el viento vuelve a henchir su vela pero no siente el deseo de irse otra vez, y piensa que si el barco se hundiera, bajaría con él girando y girando hasta encontrar descanso en el fondo del mar.
¿Ves? Cuando le das a reiniciar ya vuelve a funcionar ¿Te gustaría que pudieses hacer lo mismo con la suegra?
La filosofía me pone de los nervios. Si analizamos el fundamento último de todo, entonces todo cae finalmente en la nada. Pero he decidido retomar mis clases de nuevo y mirar a la Hidra de la duda directamente a los ojos, y ello es bastante inquietante si se evalúan los valores de uno mismo
El teatro épico le opone a la obra de arte dramática total el nuevo concepto de laboratorio dramático, al retomar de manera nueva la más vieja tarea del teatro: exponer lo presente. Y, en el centro de sus experimentos, figura el ser humano en nuestra crisis.
Repetir, repetir, repetir. La acción en el teatro está hecha para ser repetida, no para alcanzar un objetivo y proseguir más allá. Repetir significa resistir, oponer resistencia al espíritu del tiempo, a sus promesas y amenazas. Sólo después de haber sido repetida y fijada, una partitura puede comenzar a vivir.
La guerra relámpago es el arte de concentrar su potencial en un punto, forzando la ruptura, penetrando por ella y asegurando los flancos para proseguir el avance a velocidad vertiginosa hasta la retaguardia del enemigo, antes de que éste hubiera tenido tiempo para reaccionar
La educación para la libertad debe comenzar exponiendo hechos y anunciando valores y debe continuar creando adecuadas técnicas para la realización de los valores y para combatir a quienes deciden desconocer los hechos y negar los valores por una razón cualquiera.
No quiero continuar en este mísero mundo. Y se descuelga la gota de rocío.
Y de nuevo volvió a sentir que la vida volvía a tener suficiente fuerza para arrastrarla y hacerle reemprender sus tareas, de la misma manera que el marinero ve, no sin cierto tedio, cómo el viento vuelve a henchir su vela pero no siente el deseo de irse otra vez, y piensa que si el barco se hundiera, bajaría con él girando y girando hasta encontrar descanso en el fondo del mar.