Cuando el ánimo está en suspenso, un ligero impulso lo hace inclinarse acá o allá.
Las cumbres de las montañas, tocadas de un tinte púrpura, se elevaban hacia el cielo creciendo desde su base, donde estaba el valle abierto, marcado sin las líneas formales del arte y las altas ramas de los cipreses y los pinos, a veces asomando por una mansión en ruinas, cuyas columnas rotas surgían entre las ramas de un pino que parecía inclinarse sobre su caída.
... todo cuanto hacemos debe tender al progreso y al perfeccionamiento.
¿Cómo puede vivir una minoría en el seno de una mayoría que la reprime? El mérito de los mensajes celestiales se mide ordinariamente por la prosperidad que le proporcionan al hombre, teniendo como primera misión el tender la mano a los oprimidos.
Los equipos más débiles son los que más te castigan y, además, el equipo no se mentaliza igual que cuando juega con uno grande. Con esta victoria tenemos ya 21 puntos, es decir, igual que el Real Madrid y tres puntos menos que el segundo. No es que sea para tirar cohetes, pero venimos de la 2a División, ese infierno al que nos llevaron mentes malignas y gente de mal vivir.
A los propios campesinos les corresponde tirar los ídolos y derribar los templos de las vírgenes mártires y los pórticos conmemorativos en honor de las viudas castas y fieles; es erróneo que otros lo hagan por ellos.
La abundancia de las cosas consumidas indiscriminadamente se vuelve funesta. Hace imposible orientarse en ella, y así como en los monstruosos almacenes hay que buscarse un guía, también la población, ahogada en ofertas, espera al suyo.
La fuerza de las convicciones religiosas tiene que orientarse a la superación de los retos globales de la humanidad, algo que solo ocurrirá si las religiones dejan de debatirse en animosidades mutuas, de atizar conflictos y propagar fanatismo y, si por el contrario, meditan sobre lo que les es común. De llegar a esto, la fuerza de las religiones fluirá en bien de toda la humanidad
Es preciso recordar que siempre hay un futuro, futuro que es inexorablemente incierto. Con esto no quiero dar un mensaje de pesimismo, ni mucho menos, ya que la incertidumbre puede terminar tanto negativa como positivamente, con la ventaja de que el ser humano tiene facultades para inclinar la balanza a su favor.