El levantamiento militar del 18 de julio traslada la lucha de clases al campo de batalla.
Aquí estamos, el 11 de julio de 1995, en la Srebrenica serbia, justo antes de un gran día para Serbia. Entregamos esta ciudad a la nación serbia, recordando el levantamiento contra los turcos. Ha llegado el momento de vengarse de los musulmanes.
Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes
¿Que significa dejar pasar el momento? Evidentemente, es la situción más favorable para la insurrección cuando más nos favorece la correlación de fuerzas.
Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles.
¿Pero qué era el humanismo? El amor de los hombres, nada más, y por eso mismo el humanismo no era otra cosa que una política, una actitud de sublevación contra todo lo que mancha y deshonra la idea del hombre.
En las dos últimas semanas antes del levantamiento, se advertía en algunos líderes del Gobierno cierto ánimo de provocar una sublevación
La gente piensa que quien debe declararse en el amor es el hombre, pero es tan bonito también oír una declaración de amor de una mujer.
La declaración de tregua de ETA era una declaración consensuada entre el Gobierno y la banda
La escritura no es en modo alguno un instrumento de comunicación, no es la vía abierta por donde sólo pasaría una intención del lenguaje. Es todo un desorden que se desliza a través de la palabra y le da ese ansioso movimiento que lo mantiene en un estado de eterno aplazamiento.
Lo primero que había que hacer era cambiar el espíritu del pueblo y como en esa época yo pensaba que el mejor medio para influir en los espíritus era, por supuesto, la literatura y el arte, decidí iniciar un movimiento literario y artístico.
Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión
La democracia es el camino que han escogido las fuerzas internacionales de la subversión para alcanzar el poder omnímodo con la instauración del comunismo, que es precisamente la contra-Iglesia