Quien entienda al babuino hará más por la metafísica que Locke
Ser considerado estúpido y ser llamado así es más doloroso que ser llamado glotón, mentiroso, lascivo, violento, perezoso, cobarde: todas las debilidades, todos los vicios, ha encontrado sus defensores, su retórica, su ennoblecimiento y exaltación, pero la estupidez no
El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo.
Cuando una mujer te plancha la solapa con la mano ya estás perdido.
Yo, de joven, quisiera ser como él. Mi primo Joan Manuel.
El demonio entiende. ¡Es un ángel! El que no entiendes eres tú. Que no entiendes ni de gracia, ni de pecado, ni de infierno, ni de gloria. No entiendes una palabra. Aceptas la tentación creyendo que eso merece la pena. Has hecho el primo de la manera más lamentable y más vergonzosa.