No puede esperarse ventaja alguna duradera de la política moral, si ésta no se funda en los sentimientos indelebles en el hombre. Toda ley que se desvíe de éstos, encontrará siempre una resistencia contraria que al cabo vencerá, del mismo modo que una fuerza, aunque sea muy pequeña, si se aplica muy continuadamente, vence cualquier movimiento violento comunicado a un cuerpo.
La producción de la seguridad debe, por el interés de los consumidores de este bien inmaterial, permanecer sometida a la ley de la libre competencia.
Si el cuerpo del orden (policia) no puede ordenar su casa tampoco puede organizar la ajena (sociedad).
En mi vida personal, el amor es lo que me mantiene en equilibrio. Y, si yo no fuera feliz no podría transmitir lo que creo es la esencia de mi trabajo. El saber que todo esta en orden me permite seguir adelante.