Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas.
Eres como una espada de excelente temple, oculta en la oscuridad de la vaina, y cuyo valor es desconocido para el artífice. Por tanto, sal de la vaina del yo y del deseo, para que tu valor se haga manifiesto y resplandeciente ante todo el mundo.
Qué cosa terrible es la caridad a la que las mujeres pueden llegar. Se ve todo el tiempo... Amor dado a absolutos tontos. El amor es el pabellón de la caridad.
Prefiero a los médicos, a los abogados, a las parteras... A cualquier cosa antes que a los escritores, son la cosa más narcisista que existe.
Porque la amaba estrepitosamente y la amo todavía, como se ama el retrato desteñido de la madre desconocida o el cacharro roto.
Porque la amaba estrepitosamente y la amo todavía, como se ama el retrato desteñido de la madre desconocida o el cacharro roto.
Hasta donde hemos perdido la creencia, hemos perdido la razón. Ambos tienen la misma condición autoritaria y primaria. Ambas constituyen métodos de prueba que, a su vez, no admiten ser probados. Y en el acto de aniquilar la idea de la autoridad divina, damos al traste con aquella autoridad humana de que no podemos dispensarnos ni aún para decir que dos y dos son cuatro.
Las palabras no tienen absolutamente ninguna posiblidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases todo se va al traste
Asumí el control del merchandising no porque pensara que iba a hacerme rico, sino porque deseaba controlarlo. Deseaba ser un soporte por cuestiones sociales, seguridad, y razones de calidad. No quería que alguien usara el nombre de Star Wars en una pieza de chatarra
Un trasiego de tópicos, de alegre trapicheo con palabras vacías de sentido, de chatarra retórica sin hueso argumental ha acabado por vetar los debates sobre los problemas de los ciudadanos, los de ahora y los que han de llegar. Esa vaguedad no guarda ninguna relación con la inevitable abstracción de los principios, de los ideales.