Es la mayor simpleza de muchos padres pretender tener a pura fuerza un hijo letrado o eclesiástico, aun cuando no sea de su vocación tal carrera ni tenga talento a propósito para las letras; causa funesta, cuyos perniciosos efectos se lloran diariamente en tantos abogados firmones, médicos asesinos y eclesiásticos ignorantes y relajados como advertimos.
Yo por primera vez me animé a decirle que con gusto me habría casado con alguien así, pues esa simpleza es la base de la felicidad, y nada mejor que vivir al lado de alguien feliz.
Sólo después de que las mujeres empiezan a sentirse en esta tierra como en su casa, se ve aparecer una Rosa Luxemburg, una madame Curie. Ellas demuestran deslumbrantemente que no es la inferioridad de las mujeres lo que ha determinado su insignificancia
Entonces la persona habrá conseguido un sentimiento de su propia pequeñez e insignificancia ante la grandeza del universo y de los propósitos de Dios respecto a éste... Reconocerá que hay propósitos que oscilan en arcos mucho mayores que su diminuto orbe, y procurará ponerse en armonía con ellos. Sin entregarse al sentimentalismo, se dará cuenta de que depende de Dios.