En la infancia de una nueva religión, los sabios e instruidos generalmente consideran que el asunto es demasiado poco importante para merecer su atención o mirada. Y cuando, después, de buena gana descubrirían la trampa para desengañar a la multitud engañada, el momento ha pasado y los documentos y testigos que podrían aclarar el asunto han desaparecido irremediablemente.
Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
La insignificancia es siempre una garantía de seguridad.
La creencia de la vida celestial es la creencia en la inutilidad e insignificancia de esta vida.