Es una vergüenza que los narradores se nieguen a explorar el videojuego por encontrarlo plebeyo. Es un purismo de academia detestable.
El público no tiene ni vergüenza ni gratitud.
Hay una gran falta de sexo en la música.
Si vas a regalarme algo, ¡que no pase de 25 centavos, te daré sexo oral de todas formas!