Creo que esta brizna de paja puede originar una revolución. A primera vista, esta paja de arroz puede parecer ligera e insignificante. Difícilmente nadie puede creer que puede ser el origen de una revolución. Pero yo he llegado a darme cuenta del peso y el poder de esta paja. Para mí esta revolución es muy real.
¡Qué pequeña eres, brizna de hierba! Sí, pero tengo toda la tierra a mis pies.
Ve a menudo a la casa de tu amigo, pues la maleza prolifera en un sendero no recorrido.
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte o religión
El esparcir la paja sobre los campos de cultivo mantiene su estructura y enriquece el suelo, así que se hace innecesario el abonado comercial. Esto por supuesto, dentro de la práctica del no laboreo.
Súbitamente empezó a pensarse que el hecho de que el gobierno hubiera quedado sometido al control de la mayoría hacía innecesario mantener sobre él cualquier limitación, por lo que cabía impunemente abandonar todas las salvaguardias constitucionales.
Cuando advierto mi inutilidad en el mundo, pienso en aquella tremenda frase de Shakespeare acerca de King Lear, viejo, enfermo y loco: <<Ya no hacía más que usurpar a la vida>>
La automatización entusiasta del ser humano por la máquina inteligente que crece en poderes le llevará a la inutilidad
Todos esos oportunistas que se llaman socialistas pueden irse. ¿Son acaso algo más que un desecho que la historia arrojará al cesto de la basura?
Como muñecas mecánicas se puede ver el mundo con ojos de porcelana y dormir año tras año, en una caja de terciopelo entre paletas y tul con el cuerpo relleno de paja se puede, a cada escandalosa caricia, sin ninguna razón gritar: ¡Oh, que feliz soy!
La educación no es el relleno de un cubo, sino la iluminación de un incendio.
Por vasto y absorbente que sea el orden de la naturaleza es el objeto de un alma que lo concibe racionalmente.
En la historia oficial de este tiempo aparecerán estadísticas, índices de producción macroeconómicos, muchas impunidades maquilladas y algunos próceres de baba incontinente. Sólo el teatro hablará del hombre opaco que sufrió la lejanía y la gangrena muda del destierra, lejos de un país hermoso y triste, que todavía no sé si de verdad existe.
El general con quien uno habla hará magníficos elogios del general derrotado, y luego se le caerá la baba contando con todo detalle cómo le derrotó.
Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre
Los sabios aceptaron con reconocimiento y pasaban el resto de sus vidas en asimilar ideas de séptima mano, dormir buenas siestas y aburrir a sus alumnos, que no dejaban de bostezar, con la palabrería anémica y libresca que ellos llamaban sabiduría.
Todo cambia y nada permanece. Y no habría belleza, ni danza, ni movimiento si las estaciones no alborotaran los colores y el follaje de los arboles no se desprendiera amarillo en el atardecer.
¡Ah, qué suaves son tus labios! El beso que acabamos de atrapar es tierno y majestuoso como un gran árbol con un follaje nuevo.