(..) Así pues, siguió organizando como antes bailes en honor de las damas, y una corrida de toros por seguirles el humor a los caballeros. No hay en España diversión pública más apreciada que ésta.
Desde un punto de vista moral moderno, es decir, cristiano, la corrida es completamente indefendible; hay siempre en ella crueldad, peligro, buscado o azaroso, y muerte.
Era inevitable. No podía eliminar mi diario cuando alcanzaba el clímax de mi vida, en el preciso momento en que más lo necesitaba para conservar mi sinceridad, por grande que fuera mi crimen.
El arte de escribir historias está en saber sacar de lo poco que se ha comprendido de la vida todo lo demás; pero acabada la página se reanuda la vida y uno se da cuenta de que lo que sabía es muy poco
El lugar en donde ataqué a Frau Kühn lo visite dos veces en la misma tarde y luego fui volví varias veces. Al hacer esto, tenía a veces eyaculaciones. Al rociar la gasolina sobre el cadáver de Ohliger y vi el fuego sobre el cuerpo, tuve una eyaculación de la altura del fuego