Si por casualidad hay que, aún siendo ignorantes de todas las matemáticas, presumiendo de un juicio sobre ellas por algún pasaje de las escrituras, malignamente distorsionado de su sentido, se atrevieran a rechazar y atacar esta estructuración mía, no hago en absoluto caso de ellos, hasta el punto de que condenaré su juicio como temerario.
Esto dirá aquél a quien ha sido dada la sabiduría, a quien su alma libre de vicios ordena reprender a los demás, no porque los odie, sino para curarlos: Vuestra opinión me afecta, no por mí sino por vosotros: odiar y atacar la virtud es renunciar a la esperanza de enmienda. No me hacéis ninguna injuria, como no la hace a los dioses los que derriban sus altares
Mucho más lo creería si os viera hacer frente a alevosos ataques; la virtud de aquella esposa que no corre nunca el riesgo de ser seducida no es la que sale mejor parada, sino la de esa otra que tan segura se siente de sí misma que, sin temor alguno, se expone a cualquier cosa.
Combatiré hasta la última gota de su sangre con el pueblo detrás de mí y estoy dispuesto a morir como un martir en Libia. Insto a los libios a hacer frente a partir de esta noche a las ratas y mercenarios que siembran los disturbios en el país.
El medio para deshacerse de un hombre amante de contradecir es callar y escuchar reposadamente.
Estemos siempre a punto para contradecir sin obstinación y dejarnos contradecir sin irritación
Se pueden y se deben, naturalmente, impugnar los monopolios e instituciones semejantes, ya que es indudable que empeoran la situación del trabajador;...
Que no existe eso que los filósofos llaman sustancia material estoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver que había algo absurdo o escéptico en eso, renunciaría a ello por la misma razón por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar la opinión contraria.
¿Debo rechazar mi cena por qué no entiendo completamente el proceso de digestión?
Seguir la política de avanzar en oleadas para extender el territorio bajo el régimen independiente, oponerse a la política de avance temerario.
Como científica me siento responsable. He entrado en estas organizaciones porque los científicos se ven envueltos en este tipo de problemas y las organizaciones científicas deberían oponerse al uso de la investigación científica para el desarrollo de las armas.
Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
Cuanto mayor es la bruma, tanto más pone en peligro al buque, y se acelera la marcha aun con el riesgo de embestir a alguien. Poco imaginan los bien abrigados jugadores de cartas en la cabina, las responsabilidades del hombre insomne en el puente de mando.
Si tuviera opinar sobre una virtud, me referiría a esta virtud: adaptarse a la exigencia, no desmoronarse, no quebrarse, persistir a pesar de la adversidad, enfrentar las dificultades sin pervertirse, pudiendo ser siempre el mismo, estar dispuesto a poner en riesgo lo que poseo, aceptar el reto, el desafío, el cambio, el ritmo, tolerar los picos de dolor, saber sufrir, volver a empezar aun cuando la interrupción se produce cerca del final, recobrar el estado original sin perder salud en la búsqueda de efectividad. No pueden quedar excluidos aquellos que no se convencieron: a aquellos que no se convencieron, hay que admitirles la diversidad, que es muy difícil, admitir que el otro no es como deseamos.
Por cada hombre que vive sin libertad, el resto de nosotros debe enfrentar la culpabilidad.
Todas las visiones pesimistas en la historia de los hombres nada tienen que hacer frente a la realidad. Ninguna de las antiguas religiones puede satisfacernos, todas ellas nacieron en periodos idílicos.
Por mi parte, hice un esfuerzo y aclaré mis ideas. Una vez que pude hacer frente a los hechos con frialdad se me ocurrió que, por terrible que fuera nuestra situación, no había aún motivo para desesperar del todo.
Se pueden y se deben, naturalmente, impugnar los monopolios e instituciones semejantes, ya que es indudable que empeoran la situación del trabajador;...
Esto tiene que ver más con la ética personal, pero obviamente la izquierda tiene una visión mucho más amplia y defensora de los derechos individuales. Mucha gente conservadora en España está a favor de esa ley pero hay que rechazar la hipocresía, que siempre suele estar en los barrios de la derecha.
Queremos olvidar para siempre la pena, evadir el misterio de la humana diferencia, rechazar a destajo el límite de nuestra naturaleza.
Soy un defensor convencido del gobierno local, y lo soy, precisamente, porque soy un socialista revolucionario y, por tanto, enemigo del Estado. EL municipio es el último bastión desde el cual puede oponerse el ciudadano a la firme y creciente invasión del Estado.
La idea desencadena la acción al enunciar un proyecto, al indicar un objetivo; y determina y guía la acción al elaborar un programa. Para no ser utópico, ese proyecto y ese programa, al oponerse al presente político, deben tenerlo en cuenta: deben ser realizables a partir del presente dado (y no suponiendo condiciones inexistentes).
Cuanto mayor es la bruma, tanto más pone en peligro al buque, y se acelera la marcha aun con el riesgo de embestir a alguien. Poco imaginan los bien abrigados jugadores de cartas en la cabina, las responsabilidades del hombre insomne en el puente de mando.
El toro no embiste porque tiene cuernos, tiene cuernos porque quiere embestir
Evitar la confrontación contra formaciones de combate bien ordenadas y no atacar grandes batallones constituye el dominio de la adaptación.
Los jóvenes deben esforzarse en aumentar siempre su determinación y su valentía. Esto sólo podrá hacerse cuando la valentía esté enraizada en el corazón. Cuando el sable está roto, hay que atacar con las manos. Cuando las manos están amputadas, hay que servirse de los hombros. Cuando los hombros están cortados, hay que morder el cuello de diez o hasta de quince enemigo. Esto es realmente valentía.