Escribir no es normal. Lo normal es leer y lo placentero es leer; incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima.
Buscar la verdad es la más noble ocupación del hombre, su publicación es un deber.
No voy a estar en el cargo a cualquier precio. Aceptaré lo que me diga la mayoría de un partido democrático como el nuestro, pero si estoy en minoría no me pidáis que tire del carro de la mayoría, ya que no sabría hacerlo y lo haría mal.
El infinito matemático se da en la realidad... Tenemos, pues, un infinito no sólo de primero sino además de segundo grado y podemos dejar a cargo de la imaginación de los lectores la construcción de nuevos infinitos de un grado más elevado en el espacio infinito, si tienen deseos de hacerlo.
Los hombres jóvenes son como toros decía Targelia con severidad, por tanto, a menos que sean extraordinariamente ricos e importantes, jamás les entrego a una de mis doncellas. Una prostituta y una de mis cortesanas delicadas serían lo mismo para ellos en la cama; puesto que ambas están igualmente equipadas, ellos no saben distinguirlas.
Muéstrate conciliador con tu adversario mientras compartas el camino con él, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas puesto en prisión.
Una lengua es más que una obra de arte; es matriz inagotable de obras de arte
Cuanta más poesía leemos, más aborrecible nos resulta cualquier tipo de verborrea, tanto en el discurso político o filosófico, como en los estudios históricos y sociales, o en el arte de la ficción. El buen estilo en prosa es siempre rehén de la precisión, de la rapidez y de la lacónica intensidad de la dicción poética.
La muerte nos libera de las impresiones de los sentidos, de los deseos que nos hacen juguete suyo, de las divagaciones del espíritu y del duro servicio de la carne
Los peligros de establecer una doctrina errónea se pueden evitar, si la propia doctrina asegura que no es un todo completo y que está al servicio de los individuos vivos, del futuro y de la evolución posterior y que, en consecuencia, se subordina a éstos.
La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.
Todos los conceptos de la Iglesia se hallan reconocidos como lo que son, como la más maligna superchería que existe, realizada con la finalidad de desvalorizar la naturaleza, los valores naturales; el sacerdote mismo se halla reconocido como lo que es, como la especie más peligrosa de parásito, como la auténtica araña venenosa de la vida...
La ciencia es una de las formas más elevadas del quehacer espiritual pues está ligada a la actividad creadora del intelecto, forma suprema de nuestra condición humana.
A través de su permanente quehacer transformador de la realidad objetiva, los hombres simultáneamente crean la historia y se hacen seres histórico-sociales.
No puede esperarse ventaja alguna duradera de la política moral, si ésta no se funda en los sentimientos indelebles en el hombre. Toda ley que se desvíe de éstos, encontrará siempre una resistencia contraria que al cabo vencerá, del mismo modo que una fuerza, aunque sea muy pequeña, si se aplica muy continuadamente, vence cualquier movimiento violento comunicado a un cuerpo.
M. Pernety me informó que él le ha comunicado mi nombre. Esto me lleva a confesarle que no soy tan completamente desconocida para usted, como podría creer, pero que por temor a la burla ligada a una mujer científica, he adoptado previamente el nombre de M. LeBlanc en la comunicación de aquellas notas que, sin duda, no merecen la indulgencia con la que me ha correspondido
Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice
El requisito clave para redimir la integridad de la democracia representativa en la época de los medios de comunicación electrónicos es garantizar que el ciudadano esté plena y debidamente conectado a un foro público abierto y saneado, un foro que sea de fácil acceso para las personas y que se guíe por la meritocracia de las ideas.
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.
Soy consciente de la importancia del hecho, pero también consciente de no ser capaz de llevar a cabo el ministerio petrino con la fuerza física y el espíritu que requiere
Lo que quiero sobre todo es destruir la idea de la cultura. La cultura es una coartada del imperialismo. Hay un ministerio de Guerra. Hay un ministerio de Cultura. Por lo tanto, la cultura es la guerra.
Castigar es usurpar un derecho divino. La justicia humana que se apodera de los criminales no tiene por fin vengar a la sociedad, pero sí protegerla del contagio y de la infección de la culpa. Todo crimen es una enfermedad. La acción de los tribunales sobre los delincuentes, aunque no siempre cese de hecho cesa de derecho en el momento en que termina la curación.
Fue durante los años de más baja vitalidad cuando cesé de ser pesimista.
El orden natural de las cosas nos enseña que la praxis precede a la teoría.
Para mí, la lectura es una praxis personal, más que una empresa educativa. (...) Leemos de manera personal por razones variadas, la mayoría de ellas familiares: porque no podemos conocer a fondo a toda la gente que quisiéramos; porque necesitamos conocernos mejor; porque sentimos necesidad de conocer cómo somos, cómo son los demás y cómo son las cosas.
La soledad del poder consiste en saber que éste es siempre el último teléfono que suena. Y que yo tengo que decidir. No puedo trasladar la decisión a una instancia superior.
La propia ciencia, no importa si intenta la búsqueda de la verdad o simplemente la necesidad de obtener el control sobre el mundo exterior, para aliviar el sufrimiento, o para prolongar la vida, es en última instancia una cuestión de sentimiento, o mejor dicho, de deseo: el deseo de conocer o el deseo de realizar
Para el cristiano el comienzo del día no debe estar sobrecargado ni obstaculizado por los quehaceres múltiples que le esperan. Cada día que comienza está sometido al Señor que lo creó.
Estoy de rodillas y con las manos apoyadas en el suelo en la entrada del despacho del señor Grey, y unas manos amables me rodean para ayudarme a levantarme. Estoy muerta de vergüenza, ¡Qué torpe! Tengo que armarme de valor para alzar la vista. Madre mía, qué joven es.
Algún día aprenderás de memoria cada lugar famoso y verás cómo la cortina se levanta en el despacho del infierno.
Un memorandum se escribe no para informar al lector, sino para proteger al autor.
Mi hermano utilizó un despacho oficial para funciones de asistente.
No sé cómo había gente dispuesta a trabajar para él. Cuando se mudaron a la avenida Central, lo primero que pidió a los operarios de mudanzas fue que instalaran su escritorio, y el primer lugar donde lo quiso no fue el despacho rodeado por paneles de vidrio sino el mismo centro de la planta de fabricación, de modo que pudiera vigilar a todo el mundo.