Creo que se ha exagerado la importancia del ordenador en la educación. Yo preferiría que los chicos hicieran trabajos prácticos en laboratorios y que aprendieran manualidades: carpintería, electricidad, plomería. Se ha descuidado la experimentación. Lo que pasa es que el ordenador es mucho más barato, una especie de niñera electrónica.
Una noche, cuando aún estaba en los brazos de la niñera, quise tocar la cafetera, que estaba hirviendo alegremente... La niñera me lo hubiese impedido, pero mi madre dijo 'Déjale que la toque'. Así que la toqué... y esa fue mi primera lección del significado de libertad.
El lenguaje no es el aya sino la madre del pensamiento.