No se conviertan en grandes hombres, si no tienen el valor de hacer caso omiso de un montón de cosas innecesarias.
Pero yo había nacido para ser mi propio destructor, y no pude resistirme a esa oferta más de lo que pude renunciar, en su día, a mis primeros y fatídicos proyectos, cuando hice caso omiso a los consejos de mi padre.