La precipitación y la superficialidad son las enfermedades crónicas del siglo.
No admitas jamás cosa alguna como verdad sin haber conocido con evidencia que así era; es decir, evitar con sumo cuidado la precipitación y la prevención, y no admitir en mis juicios nada más que lo que se presente tan clara y distintivamente a mi espíritu, que no tuviese motivo alguno para ponerlo en duda
Recordar...Perdonar...Haber amado...Ser dichoso un instante, haber creído...Y luego...Reclinarse fatigado en el hombro de nieve del olvido.
Una paloma blanca como la nieve asoma, yo olvido el ave egregia y el bruto que foguea pensando que en los cielos solemnes de la idea a veces es muy bella, ¡Muy bella una paloma!