Que yo promedie un 40% de acierto desde el tiro libre es una forma que tiene Dios de decir que nadie es perfecto. Si promediara el 90% no estaría bien
Todo se resume en una sentencia muy sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas. Usted puede practicar el tiro ocho horas diarias, pero si la técnica es errónea, sólo se convertirá en un individuo que es bueno para tirar mal