Ellos viven en ciudades. Viven en el ajetreo de la rutina laboral, la locura de trasladarse al trabajo. La locura en el trabajo. La locura de volver del trabajo. El tráfico. La congestión. Están atrapados en eso. Yo me he librado.
Enviar una carta es una excelente manera de trasladarse a otra parte sin mover nada, salvo el corazón.
Confucio ha dicho que como mejor se conoce el mundo es sin salir de casa. Y no le falta razón. No es imprescindible desplazarse en el espacio; también se puede viajar hacia el fondo del alma.
...el primer cuerpo es uno distinto de la tierra, el fuego, el aire y el agua, llamaron éter al lugar más excelso, dándole esa denominación a partir del hecho de desplazarse siempre por tiempo interminable.
Para evitar el daño irreparable, el presupuesto debe balancearse lo antes posible y no sólo en cuestiones superficiales. El equilibrio debe conseguirse mediante el recorte del gasto imprudente y no mediante la subida de la carga impositiva que ya se encuentra socavando los incentivos y la producción.
Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía.
A veces la mudanza del nombre de los objetos basta para mudar los sentimientos de los hombres. Los romanos aborrecían el nombre de rey, y toleraron los de dictador y emperador.
Desarrollando la habilidad de ver el mundo desde el punto de vista de otras personas, tenemos una forma de ver por nuestros puntos ciegos, de la manera en que le pedimos consejo o un punto de vista distinto a un amigo si estamos encallados. ¿Cómo podemos mover nuestras percepciones para poder salir de nuestra visión limitada del mundo?
Los aficionados al ajedrez, los aficionados y los lectores sólo son felices cuando un gran maestro se arriesga, más bien que cuando se limita a mover los trebejos.
La pelea se gana o pierde muy lejos de los testigos. Detrás de las líneas de los gimnasios, allí afuera en la calle, mucho antes de que me vean bailar bajo estas luces.
Me gusta bailar y divertirme con mis amigos y lo pasamos genial, pero nunca me he sentido realmente obligada a estar borracha y no creo que sea algo del otro mundo, dice ella, pero tampoco digo que nunca vaya a tomarme una copita.
Bajo los grandes cielos afelpados de sombras ó dorados de soles, arropada en el manto pálido y torrencial de mi melancolía, con una astral indiferencia miro pasar las intemperies...
Tú que eres diferente de todo lo que ha pasado y va a pasar lejos a mi lado, tú las ansias del enfermo: el árbol detrás de la ventana.
Lo que necesitamos para nuestro desarrollo es nuestro. Lo que necesito para sobrevivir y evolucionar espiritualmente se convierte inmediatamente en mi propiedad
La forma ideal para un poema, ensayo o ficción, es la que el escritor hace evolucionar la idea espontáneamente.
¿Qué sentido tiene, expuestos como estamos a tan gran número de males, echarse encima voluntariamente otro más, como si no tuviéramos bastante?
Los feos simios que se autodenominan seres humanos poco pueden hacer excepto echarse a correr y esconderse. En cuanto a estos simios, el mero hecho de concebir la posibilidad de estabilizar dicha atmósfera revela una increíble arrogancia. Son incapaces de controlar el clima.
La fortuna llovida del cielo corrompe y arruina. Es común la idea falsa de que la agricultura y la industria exigen para desenvolverse fuertes capitales. Lo contrario es lo cierto. Lo que dura y prospera y perdura es lo que nació humildemente y se fue nutriendo de su propia sustancia.
Aquel que es pobre, puede danzar y cantar delante de los ladrones, mientras viaja
No era ficción de tiempos remotos: una piedra de azul celeste, al fondo del barranco sin sol, muestra aún claramente las pisadas que los pequeños elfos, en la escena pulida dejaron, al danzar con brillante cortejo (... ).
Cuando asiento mis pies en tierra firme no me los hace menear ni un terremoto.
Confío que el destino será de la democracia: no puede haber otro destino que no sea el destino de la libertad para todos los argentinos. El país no retrocede ni podrá retroceder. Todos debemos estar dispuestos a marchar hacia el progreso, pero en el ámbito de la dignidad humana, del decoro,de la civilización y de la justicia.
No ser mal anfitrión, sino obsequiar al huésped en la mesa, y dejarlo marchar cuando le plazca irse.