Quien escribe gusta del halago, pero el 'escritor' en cambio, ha de aprender a gozar con el arrecio, con el golpe de martillo sobre el yunque de su obra. Sólo así podrá forjar aiestos.
A los hombres hay que acariciarlos o destruirlos, pues vengarán un insulto leve, pero quedarán indefensos si se les aplica un golpe duro.
La diferencia entre agresión y maltrato la define su objetivo. Mientras la agresión se define por la lesión que provoca, el maltrato queda descrito con palabras como sometimiento, humillación, dominio, miedo, esclavitud, etc
Toda mujer bella lleva en sí, como una lesión del alma, el resentimiento. Es una resentida contra si misma.