Tú sabes, cuando construyes un castillo de mocos con tu hija, que es tiempo de calidad. Es en realidad lo que vivimos ahora, y lo hemos construido nosotros mismos.
Incluso mis propias experiencias terribles en el castillo de Drácula parecen ser como una pesadilla que se hubiese presentado hace mucho tiempo y que estuviera casi completamente olvidada, aquí, en medio del aire fresco del otoño y bajo la luz brillante del sol...