La mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo.
No hay vuelta al pasado. En el futuro tendremos que vivir y pensar en relación a los logros actuales de la ciencia. Sin embargo, estos logros nos aseguran que la grandeza del hombre no consiste en sus falsas pretensiones egocéntricas, sino en su capacidad de comprender la grandeza del universo, la inagotable cadena de desarrollo ordenado que lo compone