La inmortalidad personal no es, por ende, un derecho que poseemos; es algo que debe ser realizado por medio del esfuerzo personal. El hombre es tan sólo un candidato a ella.
Hay tres búsquedas intelectuales, en el que los seres humanos han realizado grandes hazañas antes de la edad de la pubertad. Ellas son la música, las matemáticas, y el ajedrez.