En seguida vi aparecer al profeta Elías, llevando de la mano a dos beldades cuyos atractivos no podrían concebir los mortales. Eran sus encantos tan delicados que transparentaban sus almas, y uno percibía distintamente el fuego de las pasiones cuando resbalaba por sus venas y se mezclaba a su sangre.
La racionalidad es el reconocimiento del hecho de que la existencia existe, de que nada puede alterar la verdad, y de que nada puede ser más importante que el acto de percibirla, que se llama pensamiento...
Se llama ingenerado a algo, de un primer modo, cuando existe actualmente lo que no ha existido antes, sin generación ni cambio,...
La racionalidad es el reconocimiento del hecho de que la existencia existe, de que nada puede alterar la verdad, y de que nada puede ser más importante que el acto de percibirla, que se llama pensamiento...
El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!...
Por grande que sea, llena de esto tu corazón, y cuando, penetrada de tal sentimiento, seas feliz, nómbralo entonces como quieras, llámale Felicidad, Corazón, Amor, Dios. Para ello no tengo nombre; el sentimiento es todo. El nombre no es más que ruido y humo que ofusca la lumbre del cielo.
¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego levantarse, y a su beso de lumbre brillar las olas y encenderse el aire!