No soy de los que exprimen su corazón en un lugar violento. Soy de los que atestiguan la belleza y la muerte de la rosa.
La belleza debe parecerlo; es la emoción que mejor le sienta a su semblante. Botticelli lo sabía cuando la pintó surgiendo de las olas entre los vientos y las flores. La belleza, que no parece sorprendida, que acepta su condición como algo que se le debe, nos recuerda demasiado a una prima donna.
Nunca he pensado en nada, solamente de golpe me doy cuenta de lo que he pensado, pero eso no tiene gracia, ¿verdad?, ¿Qué gracia va a tener darse cuenta de que uno ha pensado algo? Para el caso es lo mismo que si pensaras tú o cualquier otro. No soy yo, yo. Simplemente saco provecho de lo que pienso, pero siempre después, y eso es lo que no aguanto.
Juntos, con vuestra ayuda y la gracia de Dios, continuaremos nuestro viaje y recordaremos al mundo por qué vivimos en la mejor nación de la tierra
La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable
La comunidad se embrutece infinitamente más por el uso habitual del castigo que por la ocurrencia ocasional del delito.
Mi autobiografía... Tenía que haberla empezado hace poco, pero no la he empezado. Se iba a titular Autorretrato con paisaje al fondo, pero al final se va a llamar No os mováis, conozco la salida
Yo no quiero ver a Bowie en un chándal. Él nunca dejó a nadie verlo de esa manera. La salida de mi trabajo no es solamente la música y los videos, es cada momento de respiración en mi vida. Yo estoy siempre diciendo algo sobre el arte y la música y la fama. Es por eso que tu jamás me atrapas en pantalones de entrenamiento.
Nos place la franqueza en aquellos que nos quieren bien. La franqueza de los demás se llama insolencia
Cuando la arbitrariedad y la ilegalidad se atreven a levantar la cabeza con insolencia e impudicia, es siempre un signo seguro de que los llamados a defender la ley no han cumplido con su deber.
Así es el tango, sabés, de ayer y de hoy, requiebro y pena de amor. Si no entendés, escuchá lo que te digo, que los barrios son testigos de que cuento la verdad.
No es bueno que todo suceda como deseamos. Cuando todo nos sonríe en el mundo, nos apegamos a éste muy fácilmente y el encanto es muy fuerte. Por eso, y porque Dios nos ama, no permite que durmamos mucho y muy cómodamente en este lugar de destierro.
La estupidez tiene un cierto encanto del que la ignorancia carece