Mi corona se la dedico a México y para todos los que creyeron en mí, sobre todo para mis papás para mi familia, para mi novio.
De ti, furia, de ti justicia espero, si no la hay en los dioses soberanos: mueve el infierno en mi venganza fiera contra estos insolentes dos hermanos; y la corona que manché primero con sangre de mi padre, tú en tus manos recibe, y con veneno del infierno pon en ella discordia y odio eterno.
Dame tus sueños para hacerte una diadema
Cual si la Tierra fuera un cráter, vomitó del fondo de sus entrañas un ingente chorro de fuego. El suelo se elevó y fueron muy contados los espectadores que pudieron entrever, por un instante, el gigantesco proyectil, hendiendo victorioso los aires, en medio de una aureola de flamígeros vapores.
El gobernante es, por lo común -salvo aquellos excepcionalísimos que aparecen nimbados por la aureola de la historia y que son en número muy reducido-, un hombre débil, entregado al oleaje de las pasiones populares, y muchas veces sin fortaleza para empuñar firmemente la caña del timón y conducir la nave al puerto de salvación.
De Gasperi cercò sempre il confronto e il dialogo con tutti, dimostrando di non aver paura di affrontare i cambiamenti. Questo è stato il suo grande insegnamento che è valido ancora oggi.
La humanidad debe gran parte de sus desastres al primero que cercó un terreno y dijo: «Esto es mío».