Si todo lo que eres es el dueño de una gran finca o el poseedor de un cargo, si los pierdes con ellos mueres. Pero si te sabes persona y separas tu dimensión como persona de la posesión de esas cosas, si las pierdes sencillamente las has perdido, pero nada más.
¿Preguntas, Dino, qué me produce mi finca de Nomentano? Óyelo: el placer de no verte
¡Qué presto se consolaron/ los vivos de quien murió!/ Y más cuando el tal difunto/ mucha hacienda les dejó.
No hay en el mundo reino que tenga tantos premios públicos, encomiendas, pensiones, beneficios y oficios; con distribuirlos bien y con orden, se podría ahorrar de tocar tanto en la hacienda real o en otros arbitrios