Todos los conceptos de la Iglesia se hallan reconocidos como lo que son, como la más maligna superchería que existe, realizada con la finalidad de desvalorizar la naturaleza, los valores naturales; el sacerdote mismo se halla reconocido como lo que es, como la especie más peligrosa de parásito, como la auténtica araña venenosa de la vida...
He conocido prisioneros en la Bastilla que las alimentaban y las tenían por compañeras... ¿Por qué no empiezas tú también? Sé de una araña que descendía a un golpecito con el dedo, y de una rata se acercaba cuando traían la comida diaria para compartirla con su comparo de cárcel. ¡Qué encantador, tener sabandijas por invitados! Sí, y cuando les falla el festín, ¡Se comen al anfitrión!