Y estaba ante un joven bien parecido, de aspecto sombrío y voz de bajo profundo, puños de boxeador, un espíritu inagotable y mortífero, alguien intermedio entre un héroe mítico de Alejandro Grin y un torero español.
R:Sí, en cierto modo, yo soy inmortal, seré inmortal. Para mí ser joven no tiene significado. Es algo que no puedes evitar, de ninguna manera. Porque ser joven es una cualidad, y si la tienes, nunca la pierdes. Y cuando te meten en la caja, ahí empieza tu inmortalidad.
La mano de un niño junto a la tuya despierta mucha ternura, es el poder que evoca. Es al instante piedra de toque de la sabiduría y la fuerza
El niño pobre ha de ocupar un puesto en la escuela, no según su condición y fortuna, sino según su capacidad. Ha de poder, si sus actitudes se lo permiten, seguir todos los grados, competir con el rico, ocupar un puesto a su lado y aún sobrepasarle.