La crueldad es a menudo el signo de una insatisfacción interior que anhela un narcótico; y también lo es una cierta desconsideración cruel del pensamiento.
Detrás de la insolencia viene el insulto; más con los modosos está la sabiduría.
Un estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.
Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza.
Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que tú seas el lector de estos ejercicios, y yo su redactor.
La mosca debe ser tomada como el símbolo de la impertinencia y la audacia; porque en tanto que los demás animales le huyen al hombre más que a otra cosa, y corren antes que él se les acerque, la mosca se posa sobre su nariz misma.
Tras ciento cincuenta años de halago a las masas sociales, sabe a blasfemia afirmar que si imaginamos ausente del mundo un puñado de personalidades escogidas, apestaría el planeta de necedad y egoísmo.
Ruego al Diablo y a su más alto dignatario acojan esta suerte de blasfemia como se acoge un mal, una epidemia, que acaba con esclavo y propietario.
Yo no he sufrido ninguna ofensa personal, ni por el rey ni por el gobierno actual. No siento odio hacia Humberto de Saboya, pero odio á todos los reyes, porque ellos impiden la realización de mi ideal, la República universal.
Ella tenía una manera de considerar la vida que a él le parecía una ofensa personal.
Por ti mares de sangre los hombres han llorado. El fuego de tus ojos al sacrilegio incita, y la eterna sonrisa de tu boca maldita de pálidos suicidas el infierno ha poblado.
La poesía es un artículo de primera necesidad para los individuos y para los pueblos. De alguna manera restaura un idioma, sobre todo frente a los embates de los medios de comunicación, de su obscenidad y vulgaridad.
La obscenidad reinará en el mundo desde el 60
Por las critaturas humanas, la utopía, el pueblo andaluz, la nación andaluza, la insumisión y la libertad
La única y verdadera forma moderna de insumisión es la hipocresía.
Para castigarme por mi desacato a la autoridad, el destino me hizo a mí mismo autoridad.
Para castigarme por mi desacato a la autoridad, el destino me hizo a mí mismo autoridad.