Hay algo de mi sombra en tu sombra, hay algo de mi sueño en tu sueño, hay algo de mi frío en tu invierno.
Mi amiga, mi dulce amiga, aquella que me amaba, me dice que ha dejado de quererme. No recuerdo un invierno tan frío como éste.
A los hijos hay que educarlos con un poquito de hambre y un poquito de frío
Ah, si yo supiera que tu rosal sobrevivió a la tempestad, tal vez el frío me sería más leve.