Escribir ahora, se diría que la mayor parte de las veces ya no es nada. Esa desesperación se manifestaba en un momento dado del día. Y después seguía la imposibilidad de seguir avanzando, o el sueño, o, a veces nada . O nada, o dormir, morir
De la imposibilidad de razonar fue de donde nacieron las artes, el apólogo, etcétera. Es asimismo de la ineptitud de razonar o del hastío de razonar sin descanso de donde nacen, en las almas vivas, la poesía, la elocuencia, las metáforas, etcétera. He aquí, sin la menor duda, una gran cualidad.