Declaro que la Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que mi dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia
Estoy tan increíblemente cansado de otorgar respeto a un montón de delirios e ideas locas sólo porque se las considera religiones.
Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso prescindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores, las riquezas o el poder. El único motivo que nos debe incitar a la amistad es la búsqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento.
En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
Cada vez que entramos en una crisis es el absurdo total, comprende que la dialéctica solo puede ordenar los armarios en momentos de calma
La perfección de los medios y la confusión de los fines parecen caracterizar a nuestra época.