En el campo -seguía pensando-, los dioses se acercan a los hombres, uno es algo y vive su vida; no obstante, en la ciudad, donde tienen lugar miles de acontecimientos más, nadie es ya capaz de relacionarse con ellos: así comienza la célebre abstracción de la vida.
Desde luego, para quien tener es la forma principal de relacionarse con el mundo, las ideas que no puede definir claramente (o redactar) le causan temor, como cualquier cosa que se desarrolla y cambia y que no puede controlarse.
No tengo miedo de interactuar con la gente, es inofensivo
Nuestra capacidad de llevar a cabo un análisis racional ya no es lo que era. La verdad es que leer y escribir ya no son tan importantes a la hora de interactuar con el mundo como antes.