Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tan trabajo. El hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo.
Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tal trabajo. el hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo.
Una mujer rebelde defiende a su hombre hasta el final, yo quiero a quien quiero, ¡y se acabó!
Mientras mi mente viaja donde tú estás, mi padre grita otra vez. Que me malgasto mi futuro y su paz con mi manera de ser. Aunque lo escucho ya estoy lejos de aquí, cierro los ojos y ya estoy pensando en ti. Y soy rebelde cuando no sigo a los demás, y soy rebelde cuando te quiero hasta rabiar, y soy rebelde cuando no pienso igual que ayer.
No hay más que una alternativa: ¡o la revolución rusa desencadena un movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la revolución rusa!
El deseo es revolucionario porque siempre quiere más conexiones y más agenciamientos.
Con frecuencia, un perezoso es un rebelde sublevado ante la idea de estar toda la vida atado a un banco, trabajando para dar placeres al patrón, al que sabe más estúpido y sin más razón que la de haber nacido en un palacio en vez de un cuartucho
Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia, interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado alrededor de una realidad artificial.
Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia. Interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado al derredor de una realidad artificial.