Toda nuestra producción es una contrasentido. Al negocio no le interesan las necesidades de la sociedad, solo trata de aumentar las ganancias del negociante. Por eso, la industria fluctúa constantemente y está en una crisis crónica
El hombre, abrumado constantemente por las cargas de la familia, pierde hasta la libertad de ser honrado y el derecho de ser feliz.
Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
Y así vamos adelante, botes contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado.