El hombre es un dios cuando sueña, un pordiosero cuando reflexiona.
Por muy elevado que la fortuna haya puesto a un hombre, siempre ha necesitado un amigo.
Los superhéroes son importantes para la gente corriente. Siempre hemos necesitado esas figuras, desde los tiempos de la 'La Ilíada' y 'La Odisea' hasta hoy en día.
Es preciso fijar perspectivas en las que el mundo aparezca trastrocado, enajenado, mostrando sus grietas y desgarros, menesteroso y deforme en el grado en que aparece bajo la luz mesiánica. Situarse en tales perspectivas sin arbitrariedad ni violencia, desde el contacto con los objetos, sólo le es dado al pensamiento.
La necesidad, al menesteroso le obliga al ser mentiroso.
La filosofía del vagabundo se apoya en la no necesidad de nada y el buen talante de aceptarla sin queja alguna.
Es indudable que el ser libre puede significar libertad para morir de hambre... El vagabundo que carece de dinero y que vive precariamente gracias a una constante improvisación es ciertamente más libre que el soldado que cumple el servicio militar forzoso, dotado de seguridad y relativamente bienestar.