Las cartas de recomendación son las que se entregan a un inoportuno para que vaya a importunar a otro.
Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
No es esa la técnica de la acción no violenta. El pueblo ha cometido un error al pensar que todo cuanto implica no matar era no violencia. A veces, matar es la parte más pura de la violencia, porque si se mata al que hace daño abiertamente, se acaba el daño que éste hacía. Pero hostigar es mucho peor. No suprime el daño; por el contrario, lo atrae sobre nuestras cabezas
Habrá que mortificar la carne y obligarla a obedecer al espíritu, hasta que esté dispuesta a todo
La envidia y el odio van siempre unidos. Se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
Si me hubiera parado a pensarlo, hubiera comprendido que mi devoción por Clara no era más que una fuente de sufrimiento. Quizás por eso la adoraba más, por esa estupidez eterna de perseguir a los que nos hacen daño