Este lugar, hostil a los oscuros avances de la noche vencedora, ignorado respira ante la aurora, sordamente feliz entre sus muros.
Me fascinaba la idea de una familia que quedaba sola en el mundo, rodeada de muerte y de un enemigo ignorado e inalcanzable. Pensé en mí mismo, en mi familia, aislados en nuestro chalet y comencé a plantearme preguntas.