Los sentidos son nuestro puente entre lo incomprensible y comprensible.
Lo enteramente incomprensible del mundo es que sea comprensible.
He descubierto que al estar consciente de lo absolutamente impredecible e inasible que es el futuro inmediato, me es imposible sentirme aburrido.
La única actitud digna de un hombre superior es el persistir tenaz en una actividad que se reconoce inútil, el hábito de una disciplina que se sabe estéril, y el uso fijo de normas de pensamiento filosófico y metafísico cuya importancia se siente como nula.
El toreo es un doble ejercicio físico metafísico de integración espiritual en el que se valora el significado de lo humano heroicamente o puramente: en cuerpo y alma, aparentemente inmortal.