Escribir sobre la melancolía solo tendría sentido para aquellos a quienes la melancolía satura o si el escrito viniera de la melancolía. Trato de hablarles de un agobio de tristeza, de un dolor intransmisible que nos absorbe a veces, y a menudo, perdurablemente, al punto de hacernos perder el gusto por toda palabra, por todo acto, el gusto mismo por la vida.
A partir de mi revisión de los artículos y mi experiencia personal en la mayoría de los así llamados Centros de SIDA en África, no encuentro en absoluto ninguna prueba convincente de que África esté en medio de una nueva epidemia de Inmunodeficiencia infecciosa.
Cuánto más se aproxima uno al sueño, más se va convirtiendo la leyenda personal en la verdadera razón de vivir.
Todos los hombres tienen una natural e irrenunciable derecho a practicar el culto a Dios según los dictados de sus propias conciencias.
No te pido que me lo cuentes todo, tienes derecho a guardar tus secretos, con una única e irrenunciable excepción, aquellos de los que dependa tu vida, tu futuro, tu felicidad, ésos quiero saberlos, tengo derecho, y tú no me lo puedes negar
Quien quiera conocer la verdad sobre la vida inmediata tendrá que estudiar su forma alienada, los poderes objetivos que determinan la existencia individual hasta en sus zonas más ocultas.
Se pude estrangular a un hombre, pero sea cual sea su debilidad, no se pude estrangular su dignidad...la dignidad es la conciencia de la existencia, ahí encuentra la fuerza individual los hombres débiles. Si la conciencia de la existencia desaparece, la existencia toma la forma de la muerte.