Hay algunos chilenos que quisieran que en sus casas les instalaran por lo menos tres cañerías: una de agua fría, otra de agua caliente y una tercera de tinto. Y eso es inaceptable y contra ello debemos combatir
Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable
El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso.
Yo creo que la civilización es una buena cosa; pienso que hay que estar muy, muy sumido en la civilización para poder rechazarla y mitificar el mundo primitivo como lo hizo Paul Gauguin. Hay que estar realmente preparado para despreciar la civilización, y decir cosas como, por ejemplo, La corbata, qué tontería, qué intolerable signo de opresión!
La narración de un sueño no puede transmitir (...) esa idea de verse atrapado en lo inconcebible que es la esencia misma de los sueños...
Transformado en mirar puro, seguiré devorando las proporciones del cuerpo humano, el color de los lirios, esa calle parisina en un amanecer de junio, y toda la extraordinaria, inconcebible multiplicidad de las cosas visibles.
La pobreza material es más insostenible cuando además hay pobreza en el saber y en el espíritu.
Las mujeres nunca encuentran inverosímil una lisonja que se les dirige
Cuando digo Humanidad exagero, porque creo que Humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, casi inverosímil pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo vivir juntos en este planeta. El hombre no ha madurado bastante
La idea de un ser divino y omnipotente está por todas partes, si no con reconocimiento consciente, entonces con aceptación inconsciente... Por eso, considero que es más sabio reconocer conscientemente la idea de Dios; de lo contrario, otra cosa llega a ser dios, generalmente algo muy impropio y estúpido.
No es impropio el llanto en las grandes almas, antes bien indica el consorcio fecundo de la delicadeza en sentimientos con la energía de carácter.
... cuando los hombres, atizados por la superstición, comienzan a disputar, y ambos bandos cuentan con el apoyo de los magistrados, es imposible que se apacigüen, sino que es inevitable que se dividan en sectas.
Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres.