Los pueblos predominantes a fines del siglo XIX creían predominar por virtud de la 'Lucha por la Existencia', en la que el fuerte y el astuto vence al débil y al confiado. Y creían, además, que tenían que ser fuertes, enérgicos, insensibles, 'prácticos' y egoístas
La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.
Es el porvenir quien debe imperar sobre el pretérito, y de él recibimos la orden para nuestra conducta frente a cuanto fue.
La confrontación debe dejar paso a la reconciliación... por encima de las diferencias particulares deben prevalecer los intereses de la Nación.
Todo cuanto ocurre en la guerra, lo hace mediante las fuerzas militares; allí donde se emplea una fuerza, es decir, hombres armados, la idea del combate tiene que prevalecer necesariamente por encima de todo.
Si somos tan ricos, ¿por qué hay tanta miseria a nuestro alrededor?, ¿por qué las masas se embrutecen con trabajos penosos? Los socialistas ya lo dijeron: porque todo lo necesario para la producción fue acaparado por algunos, a lo largo de una historia de saqueos, guerras, ignorancia y opresión que vivió la humanidad antes de dominar las fuerzas de la Naturaleza
El que sepa dominarse a sí mismo, sabrá dominar a sus semejantes.
En verdad te digo: de todos los hombres, el más negligente es aquel que disputa inútilmente y trata de sobresalir por encima de su hermano. Di: ¡Oh hermanos! Que las acciones y no las palabras, sean vuestro adorno.
Se llama bueno al que quiere ser siempre el primero, pero también al que no quiere sobresalir en detrimento de nadie
La vejez que no tiene más primacía que la del tiempo, no es verdadera primacía. Ser hombre y no aventajar a los demás con hombría de bien, no es más que vejez.
Se trata de vivir, y para el individuo la vida tiene dos direcciones principales: el conocimiento o la acción, razón por la cual pueden distinguirse en el hombre dos facultades principales: inteligencia y voluntad.
El ideal sería combinar democracia con socialismo. Esta combinación podría llamarse democracia socialista, que debe distinguirse de la socialdemocracia o socialismo débil, que, de hecho, no es sino capitalismo con red de seguridad, también llamado socialismo estatal o de arriba. En suma, tanto la democracia como el socialismo son totales o no son auténticos.
Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado.
No tiene ningún sentido ser preciso cuando ni siquiera sabes de lo que estás hablando.
Vemos, ¡lo que representa nuestra lucha! Por los valores universales, ¡del trabajo, de la paz y de la justicia! y vamos a la guerra añadidos por este sentimiento, y ¡para ganar este pulso! ¡Viva la libertad, catalanes!
El Madrid es el club más valioso del mundo y lo único que necesitamos es seguir progresando desde la exigencia. Llegar a semifinales no me parece suficiente. Tenemos que trabajar para llegar a la final y ganar la Copa de Europa
El antisemitismo es la expresión de la falta de talento, de la incapacidad de vencer en una contienda disputada con las mismas armas; y eso es aplicable a todos los campos, tanto la ciencia como el comercio, la artesanía, la pintura. El antisemitismo es la medida de la mediocridad humana.
Las lágrimas de una mujer hermosa y amada son armas eficacísimas para vencer al hombre más circunspecto.
El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.
Puedo triunfar en este equipo.
Todavía existe el legendario héroe revolucionario que puede derrotar incluso a la televisión y a la prensa: su mundo es el de los países subdesarrollados.
Desafío es mantenerse altivo y desafiante ante la adversidad y agradecido ante la victoria; no se tiene rivales a quien vencer, pues se está convencido que para triunfar no se requiere derrotar a otro, su máxima victoria es la conquista de sí mismo;
La vejez que no tiene más primacía que la del tiempo, no es verdadera primacía. Ser hombre y no aventajar a los demás con hombría de bien, no es más que vejez.
Sólo el control directo de la experiencia y la habilidad para encontrar alegría momento a momento en todo lo que hacemos pueden superar los obstáculos en el camino hacia la realización.
El vampiro está propenso a ser víctima de vehementes pasiones, parecidas a las del amor, ante determinadas personas. Para obtener su sangre, pone en juego una paciencia infinita y recurre a toda clase de estratagemas a fin de superar los obstáculos que le separan del objeto deseado. No desiste de su empresa hasta que su pasión ha sido colmada y ha podido sorber la vida de la codiciada víctima.