¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua
La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer los ojos, sin cansarlos jamás
Un galeno inglés inventó un lente con el cual se puede ver el aura, la irradiación del cuerpo astral. Pronto habrá lentes con los cuales se podrá ver la cuarta dimensión Con esos lentes veremos los monstruos, y las larvas que obsesionan la mente de los delincuentes.
Como una piedra fosforescente, colocada en la oscuridad, emite una irradiación y expuesta a plena luz pierde toda su fascinación de joya preciosa, de igual manera la belleza pierde su existencia si se le suprimen los efectos de la sombra.
No existe belleza sin ayuda, ni perfección que no dé en bárbara sin el realce del artificio.