No condenemos al naufragio lo vivido por nuestro ayer, por nuestro amor yo te lo pido, espera, aún me quedan en mis manos primaveras para colmarte de caricias todas nuevas, que morirían en mis manos si te fueras
Decididamente, el mundo de la duda es un paisaje marino e inspira al hombre presunciones de naufragio
El amor es una palabra un pedacito de utopía es todo eso y mucho menos y mucho más, es una isla una borrasca, un lago quieto sintetizando yo diría que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra una esperanza un fantasmita
Acumular riquezas proporciona gran zozobra
Los niños eran las primeras víctimas de la inmoralidad que conllevaba el desplome de las grandes civilizaciones y el derrumbe de las memorias.
En la otra puerta, el nacimiento de la flor, el nuevo espacio entre canteros lidiar con restos de la noche allá en la noche, en el deseo de derrumbe el aire entero de la costa es un ovillo tironeado de ser cuerpo justo en la cúspide del pasto verdecido.
Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Vi depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí.
Desde que tenía 16 años, he sentido que una nube negra flota sobre mi. Desde entonces, he tomado pastillas para la depresión
No nos es tan querido lo duradero, inmóvil: piedra preciosa con un fuego frío, pesada barra de oro refulgente; y las mismas estrellas extrañas, alejadas, no parecen iguales a nosotros, seres transitorios, pues la hondura del alma no la alcanzan.
Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones.
El imperio de los mediocres acabará con el vencimiento de la burguesía. Entre tanto será inútil disputarles el dominio del mundo
Si yo hubiese tenido que manejar mi empresa, me habría ido muy rápido a la bancarrota
Nadie ha caído en la bancarrota por subvalorar el gusto del público americano
¿Por qué habría de parecernos que contemplar como unos codiciosos empresarios salen enriquecidos del derrumbamiento de un Estado autoritario es mucho mejor que el propio autoritarismo?
Uno no puede asegurarse contra el derrumbamiento de su existencia.