Cuanto más cuido de mí mismo, menos resentimiento e irritación tengo, y más cariñoso me muestro conmigo mismo y con los demás.
En pocas palabras, el resentimiento surge de una igualdad prometida y nunca alcanzada; y esto es algo que sólo se da entre humanos.
Cuando un niño comienza a sonreír, con una pequeña bifurcación de amargor y dulzura, las orillas de su sonrisa desembocan sin burlas en la anarquía del océano. Se siente mejor que nadie: juega a la gloria con los ángulos de la boca y ya cose la sutura irisada al conocimiento infinito de la realidad.
..., cuando un hombre, por causa de su aspereza natural, pretende retener lo que, siendo superfluo para él, es necesario para los demás, y, debido a la terquedad de sus pasiones, no puede corregirse, habrá de ser expulsado de la sociedad por constituir un peligro para ella.
La uniformidad mata el amor; desde que el espíritu de orden se apodera de un asunto de amor; desaparece la pasión, a ésta sucede la languidez, asoma el fastidio y el disgusto termina todo.
Cuando adviertas que alguien no te quiso bien, investiga primero qué fue lo que lo disgustó en ti. Puede que tuviera razón.
Lo que más odio : La crueldad con la gente y con los animales, la violencia, los gritos, la presunción, los abusos de los hermanos mayores, la aritmética, que haya quienes no tienen para comer mientras otros se quedan con todo; encontrar dientes de ajo en el arroz o en los guisados; que poden los árboles o los destruyan; ver que tiren el pan a la basura.
La crueldad lejos de ser un vicio es el primer sentimiento que imprime en nosotros la naturaleza.
Cuando alguien habla de lo rápido que olvidan los niños, lo rápido que perdonan, lo sensibles que son, dejo que me entre por un oído y me salga por el otro. Los niños son capaces de recordar, de sentir rencor y guardárselo y tratar a las personas que no les gustan con extrema frialdad.
Sin rencor ni parcialidad
El que pregunta con mala intención no merece conocer la verdad
No hay orden o religión tan santa ni lugar tan secreto donde no haya tentaciones y adversidades
El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar.
Confieso que son pocos los libros que leo con tantas dificultades como los evangelios.
No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.
Jesús vino a la tierra para padecer...Y para evitar los padecimientos -también los terrenos- de los demás.
Recuerda los padecimientos graves de otros, para que sufras con más facilidad los pequeñísimos tuyos
Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos
Y si en algún momento quería sacar a la luz los recuerdos de su vida, sólo aparecían ante ella el bien y la felicidad, y cuando surgían los miedos y las tristezas eran como siluetas vacías que no merecían más que una sonrisa compasiva.