Grita la gente por la condición melancólica y desconsolada de mi filosofía. Pero eso se debe meramente a que yo, en vez de fabular un infierno futuro, como equivalente de los pecados de la gente, he mostrado que ya hay algo de infernal allí donde está el pecado: en el mundo.
Hemos logrado honrar un compromiso con el pueblo cubano, saldar una deuda histórica. El Salvador no olvida la solidaridad que siempre ha mostrado Cuba con nuestro pueblo