Allie había mostrado gran entusiasmo al descubrir que su madre era gerente ejecutiva de la empresa. Mi mamá es gerente, decía a los padres de sus amigas, causando enorme impresión.
Porque también es bien sabido que tanto Dios como el diablo han mostrado últimamente con creces, no tener nada de perfectos y sí mucho de torpes, se les ve a menudo llegar tarde al teatro de sus operaciones.