Los homosexuales frecuentemente traen a colación el tema de que los matrimonios heterosexuales viven una vida de vergüenza. Pero no veo ningún objetivo en sacar a los Clinton a relucir en esto.
El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.