Al tratar del Estado debemos recordar que sus instituciones no son aborígenes, aunque existieran antes de que nosotros naciéramos; que no son superiores al ciudadano; que cada una de ellas ha sido el acto de un solo hombre, pues cada ley y cada costumbre ha sido particular; que todas ellas son imitables y alterables, y que nosotros las podemos hacer igualmente buenas o mejores.
La obra del olvido prueba que recordar es fácil y olvidar difícil.
Siempre quise tener una fragancia, siempre quise poder conectarme con la gente de forma diferentes a como lo haces a través de una película. Un perfume es algo increíblemente íntimo. Puede evocar pensamientos específicos o recuerdos y es un poco diferente para cada persona que lo usa.
¿Puede uno recordar el amor? Es como tratar de evocar el aroma de las rosas en un sótano. Puedes ver la rosa, pero nunca el perfume.
Hay que seleccionar, focalizar en lo real, pero saber que focalizamos y seleccionamos... Recorto lo que me interesa de una realidad y difumina el resto. Lo importante es saber permanentemente acordarse de que simplificamos por razones prácticas, heurísticas, y no para extraer la quintaesencia de la realidad.
No hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en la desgracia